VERANO: ¿DESCANSO O ENTRENAMIENTO?
JULIO 2025 | NÚMERO 4
Llegan las vacaciones. La pausa. El calor. El tiempo sin horarios.
Y con él, muchas veces también aparece una duda:
¿Debo seguir entrenando o mejor desconecto del todo?
En LA CREÁTICA creemos que el verdadero entrenamiento actoral no se apaga en verano, sino que se transforma porque actuar no es una actividad que se limita a un aula o escenario.
- Actuar es una forma de estar presente, de mirar, de respirar.
2. ¿Cómo entrenar sin que parezca entrenamiento?
No necesitas un espacio de ensayo ni una cámara para seguir creciendo como actriz o actor.
Aquí van algunas formas sutiles (y placenteras) de entrenar mientras descansas:1. OBSERVAR CON PRESENCIA
Camina por la ciudad o el campo como si fueras un personaje.
¿Una anciana elegante? ¿Una niña con prisa? ¿Un espía nervioso?
- Esto entrena tu expresividad corporal y la atención al entorno.
Observa interacciones reales (en un bar, una estación, una terraza) y detecta pequeños gestos: el cruce de piernas, una sonrisa contenida, el silencio tenso...
- Los grandes personajes se construyen con pequeños detalles reales.
Cuando veas una emoción (alegría, enfado, tristeza), repítela discretamente en tu rostro o cuerpo.
- No para copiar, sino para comprender desde dentro.
Cada noche, escribe una escena que hayas observado.
- Entrenarás la descripción, el subtexto y la empatía.
Haz fotos mentales (o físicas) de personas que te inspiran personajes.
Dales nombre, edad, secreto, voz.
- Estás entrenando tu imaginación actoral a partir de lo real.
La observación atenta activa la red neuronal por defecto y la corteza prefrontal medial, áreas relacionadas con la empatía, la interpretación del comportamiento ajeno y el pensamiento simbólico (Decety & Jackson, 2004).
Además, observar con intención artística estimula la creatividad, el lenguaje no verbal y la memoria implícita, todos elementos esenciales en el entrenamiento actoral.
- Cuando miras con ojos de actor / actriz, tu cerebro entrena como si actuara.
2. LEER TEATRO O BIOGRAFÍAS DE ARTISTAS
TIP# 1. Lee en voz alta con acento o personaje
Escoge una obra de teatro, un poema o incluso un artículo y léelo como si fueras un personaje inventado: una señora andaluza, un detective cansado, un robot optimista…
Así entrenas el ritmo, la musicalidad, la articulación ¡y además te partes de risa!
- Científicamente, leer en voz alta mejora la memoria verbal, la fluidez vocal y activa la zona prefrontal del lenguaje y la emoción (área de Broca y sistema límbico).
TIP# 2. Subraya emociones, no solo frases
Cuando leas una obra, no subrayes solo lo que "te gusta".
Subraya lo que te afecta:
- ¿te incomoda un personaje?
- ¿hay una frase que te estruja el pecho?
- ¿te molesta lo que dice un protagonista?
Este ejercicio te entrena para detectar tus propios disparadores emocionales (muy útil en improvisación y trabajo de personaje).
- Reconocer reacciones emocionales activa la conciencia somática, clave para el entrenamiento actoral y la regulación emocional (según estudios de interocepción y teatro terapéutico).
TIP# 3. Haz castings imaginarios en la playa, el campo o la ciudad
Mientras lees una obra, imagina a quién de tu familia, amigos o famosos pondrías en cada papel.
Es un juego, sí, pero también estás entrenando tu capacidad de observación, casting y análisis de personajes.
- Así desarrollas pensamiento lateral y sentido escénico sin darte cuenta.
TIP# 4. Cámbiale el final a la obra
Cuando termines de leerla… ¡reinvéntala! Haz un final feliz, uno surrealista, uno de terror.
Este ejercicio es una delicia para liberar la creatividad narrativa y abrir nuevas posibilidades dramáticas.
- Técnicamente, esto te entrena para la creación de escenas y para salir del piloto automático actoral.
TIP# 5. Lee biografías con mirada compasiva
Lee sobre artistas que te inspiran y fíjate no solo en su éxito, sino en sus dudas, caídas, miedos, decisiones.
Verás que no estás solo/a en tus altibajos creativos.
- Está demostrado que leer biografías de referentes ayuda a desarrollar la autoeficacia creativa (Bandura), porque genera identificación positiva.
- Llévate un libro a la mochila de verano. No para obligarte a leerlo, sino para invitarte a jugar con él en la hamaca, en un tren, en una plaza.
- El entrenamiento emocional también ocurre cuando le das permiso al alma para encontrarse con la palabra.
5 libros para el verano actoral
Inspiración, entrenamiento invisible y disfrute real.
LIBRO 1. "Cartas a un joven actor" – Fernando Fernán Gómez
Un clásico imprescindible. Cercano, divertido y lleno de verdades incómodas.
Ideal para leer en pequeñas dosis mientras tomas el sol o entre siestas creativas.
- Te conecta con el oficio desde el humor y la honestidad brutal.
LIBRO 2. "El arte del actor" – Michael Chejov
Una joya para entrenar desde la imaginación. No necesitas memorizarlo: puedes jugar con sus ejercicios mientras caminas por la playa, la montaña o te duchas.
Explora el gesto psicológico, las sensaciones y la conexión cuerpo-emoción.
- Perfecto para expandir tus recursos expresivos sin saturarte.
LIBRO 3. "Meisner. El entrenamiento del actor" – Sanford Meisner & Dennis Longwell
Ideal si te interesa la escucha, la verdad y la reacción auténtica.
El libro cuenta cómo Meisner entrena a sus alumnos en sesiones reales. Te sentirás parte del grupo.
- Lectura dinámica y profunda que puedes ir siguiendo como una serie por capítulos.
LIBRO 4. "La insoportable levedad del ser" – Milan Kundera
Aunque no es un libro de teatro, es un festín emocional. Te conecta con las contradicciones humanas, los vínculos, el deseo, la culpa…
Una mina de oro para construir personajes complejos.
- Actuar es comprender lo humano. Este libro te hará sentir y pensar sin darte cuenta.
LIBRO 5. "Mi vida hasta ahora" – Jane Fonda
Una biografía honesta, vulnerable e inspiradora.
Desde el cine hasta la lucha interior de sus crisis internas, Jane Fonda muestra lo que significa ser actriz, mujer, cuerpo y voz en el mundo.
- Te ayudará a reconciliarte con tus propios procesos, decisiones y ritmos.
3. ESCUCHAR TU CUERPO
Tu instrumento principal también necesita vacaciones conscientes.
El cuerpo es tu casa creativa y el verano es una oportunidad única para escucharlo sin exigencias, sin metas, sin juicios.
5 formas de reconectar con tu cuerpo este verano:
1. Respira conscientemente cada mañana (3 minutos)
Antes del móvil, siéntate y respira. Siente el aire.
- Este mini hábito reactiva tu sistema parasimpático (calma) y te conecta con el presente.
2. Cuerpo de playa, cuerpo de escena
Camina por la orilla, nada, juega. Observa cómo cambia tu energía.
- Estás entrenando tu disponibilidad corporal y el gozo del movimiento libre.
3. Escucha una canción y muévete como si fueras un elemento
Ejemplo: fuego, agua, aire, tierra.
- Esto despierta la conexión sensorial y simbólica, base del entrenamiento Chejov.
4. Detecta la emoción corporal
Cada día, pregúntate:
- ¿Dónde siento tensión?
- ¿Cómo se manifiesta mi alegría hoy?
- Estás cultivando interocepción, clave en el entrenamiento emocional.
5. Duerme sin culpa y con consciencia
Dormir bien mejora la creatividad, la memoria emocional y la presencia.
- No es descanso pasivo, es entrenamiento invisible.
4. ESCRIBIR TUS EMOCIONES DEL DÍA
El diario como espejo creativo y emocional
Escribir no es solo para dramaturgo/as. Como actor / actriz, escribir lo que sientes te ayuda a nombrar lo invisible, reconocer patrones y convertir lo cotidiano en material escénico.
5 propuestas creativas para escribir este verano:
4. Diario sensorial
Escribe cada noche:
- Qué viste
- Qué escuchaste
- Qué sentiste (emocional y corporalmente)
- Entrenas tu atención plena y tu conexión emocional.
2. Mini monólogo del día
Elige una emoción que viviste hoy y escríbela como si fueras un personaje.
- Estás entrenando voz interior y construcción expresiva.
3. Cartas no enviadas
Escribe una carta a alguien sin intención de enviarla.
Desde la emoción, sin filtro.
- Ejercicio potente para desbloquear la verdad escénica.
4. Repite una emoción desde varios puntos de vista
Hoy sentí rabia. ¿Cómo la contaría una niña de 8 años? ¿Un político? ¿Un mimo?
- Juegas con perspectiva y personaje.
5. Pregúntate cada noche:
¿Qué parte de mí se expresó hoy que me gustaría llevar al escenario?
5. VER CINE Y SERIES CON OJOS DE ACTOR / ACTRIZ
No es solo ocio: es estudio, inspiración y espejo emocional.
Ver cine puede ser pasivo… o una experiencia formativa profunda si sabes mirar con intención.
5 ideas para entrenar viendo:
1. El diario de escenas
Después de ver una película o serie, apunta una escena que te marcó.
¿Por qué? ¿Qué hizo el actor? ¿Qué no hizo?
- Estás entrenando análisis emocional y escénico.
2. Haz el espejo
Ponte frente a un espejo imaginario y repite esa escena. No para imitar, sino para comprender: ¿Qué cambia cuando lo haces tú? ¿Cómo te sientes?
3. Imagina la vida del personaje fuera de cámara
¿Qué haría ese personaje una hora antes o después de la escena?
- Entrenas tu capacidad de construcción de universo y subtexto.
4. Silencia la escena y mírala sin sonido
- ¿Entiendes igual lo que ocurre?
- ¿Qué cambia en la emoción?
- Te vuelve más consciente del lenguaje corporal y expresivo.
5. Actor / Actriz invisible
Elige un personaje secundario que te haya gustado y hazle un spin-off mental.
¿Cómo sería su historia?
- Esto cultiva la mirada empática y la creación propia.
6 películas para ver con ojos de actriz y de actor este verano
Historias que emocionan, inspiran y entrenan sin parecerlo.
1. “La La Land” – Damien Chazelle
Una oda a los sueños, las decisiones difíciles y el amor por el arte. Ideal para observar cómo se construye una emoción desde la contención hasta la explosión, con momentos mágicos y profundamente humanos.
Sinceridad emocional contenida
-
Transiciones emocionales sutiles
-
Escucha en escena (Emma Stone lo borda)
2. “Call Me by Your Name” – Luca Guadagnino
Una película que vive en los silencios, los gestos suaves y las miradas prolongadas. Te enseña a sentir sin decir, a sostener una emoción de fondo durante largos minutos de presencia escénica.
Respiración emocional
-
Escucha corporal
-
Ritmo interno lento y profundo
3. “Frances Ha” – Noah Baumbach
Un retrato íntimo y caótico de una joven artista en plena crisis creativa. Te permite observar cómo el cuerpo y la voz comunican duda, humor, ternura y frustración de forma cotidiana, viva y no forzada.
Naturalismo escénico
Frances no actúa, es. Entrenas cómo estar presente en escena sin impostar, sin forzar emociones. El foco está en lo auténtico, lo imperfecto, lo humano.
-
Gesto espontáneo
-
Uso emocional del cuerpo en lo cotidiano
4. “Cisne Negro” – Darren Aronofsky
Una exploración intensa del cuerpo, la emoción y la presión del perfeccionismo artístico. Ideal para trabajar el rango emocional extremo, la fisicalidad del conflicto interno y la transformación. Una inmersión en la obsesión, el cuerpo como campo de batalla y el arte como vía hacia la locura y la liberación.
Actuar aquí no es interpretar: es encarnar.-
Trabajo con arquetipos y sombra
El Cisne Blanco y el Cisne Negro representan dualidades internas: pureza vs. deseo, control vs. instinto. Entrenas cómo pasar de una energía a otra sin perder coherencia interna. Aprendes a encarnar luz y sombra con el mismo compromiso.
-
Energía escénica desde el cuerpo
-
Construcción de personaje a través de lo físico
5. “Las horas” – Stephen Daldry
Tres mujeres, tres épocas, una red emocional que lo atraviesa todo. Cada actriz (Nicole Kidman, Meryl Streep y Julianne Moore) ofrece una masterclass de sutileza emocional, subtexto y ritmo interno.
-
Emociones soterradas
-
Miradas que dicen más que las palabras
-
Juego con el tiempo escénico y el peso emocional
6. “The Wrestler” – Darren Aronofsky
Un cuerpo que grita lo que el alma calla. Una historia de redención, fragilidad y resistencia contada a través de carne, sudor y silencio.
- Verdad corporal extrema
- Silencios con carga emocional
- Cicatrices como narrativa
- Fragilidad y potencia coexistiendo
BONUS TIP DE LA CREÁTICA
Mira cada película dos veces:
-
La primera, como espectadora.
-
La segunda, como actor / actriz que analiza: ¿Qué me emociona? ¿Qué técnicas intuyo? ¿Qué haría yo en esa escena?
Pero hay descansos que renuevan y otros que adormecen. El verano puede ser un tiempo fértil para reconectar con lo esencial: tu cuerpo, tus emociones y tu mirada creadora.
Sigue sintiendo.
Sigue siendo actor / actriz incluso cuando estás en chanclas.